En su visita a Rosario, Independiente jugó su mejor partido con Daniel Garnero en el banco y, sin ningún lugar a dudas, mereció mucho más que el empate que lo sigue dejando en el fondo de la tabla de posiciones del Apertura 2010.
De entrada, el Rojo se plantó decididamente como protagonista principal del partido de la mano de sus dos generadores de juego: Leandro Gracián y Patricio Rodriguez. Justamente el Pato –ya de a poco deja de ser “Patito”-, fue de lo mejor de Independiente y demostró que en su posición de media punta puede aportar muchísimo para el equipo.
El gol llegó nuevamente de la mano de Andrés Silvera quien fue habilitado con un estupendo pase por el 10 de Independiente y definió con calidad ante la salida de Sebastián Peratta que nada pudo hacer para evitar la caída de su arco.
A partir de allí, el equipo de Garnero tuvo innumerable situaciones para liquidar el pleito y obtener su primera victoria en el campeonato. Sin embargo, una gran acción de individual de Mauricio Sperdutti y una desconcentración en defensa de Julián Velázquez y Leonel Galeano, dejaron a Mauro Fórmica liquidando a Hilario Navarro y sentenciando el empate final.
Pese al sabor amargo por los dos puntos que se perdieron al final, se vio un gran progreso del equipo con respecto a la pálida imagen mostrada el domingo pasado en la derrota ante Arsenal. Por lo pronto, hay que pensar en el partido del próximo jueves en el cual se define ante Argentinos Juniors quien tendrá su lugar en el cuadro de octavos de final de la Copa Nissan Sudamericana. ¿Rival en caso de pasar? El ganador del choque entre Defensor Sporting de Uruguay y Sportivo Huancayo de Perú.